Buenas noches, compañero.
Hoy a hablarte vengo
de injusticias de la vida
que no producen más que ira,
y que escuches yo te ruego.
A ti yo hoy te escribo,
tú que lo arropas con tu
manto
en su último suspiro,
pues yo lo único que pido
es que veas a un ser vivo.
A ti yo hoy te escribo,
porque arte son los versos,
míos o de cualquier amante,
pero no las luces de tu
traje.
A ti, fiel acompañante,
tú que el mundo bien
aprecias,
no malgastes su belleza,
no la trates de insultante.
A ti, querido amigo,
que lo acompañas al otro
lado,
que no te importa el mal
agrado
si el dinero eso lo arregla.
A ti,
que en volandas hoy te
llevan,
cuelga un rato las banderas
y recapacita.
Hoy te pido, compañero,
que no le causes daño,
que no muera por tu mano,
si el destino no es certero.
Te hablo a ti, que eres
humano,
que conoces el dolor
o algún roto corazón
ya que el tuyo fue engañado.
Te pido a ti
que con tus hijos eres
tierno,
que no tientes al infierno
por una falta de compasión.
A ti yo hoy te escribo,
si aún no andas decidido,
que no sea por
inconsciencia,
hoy elige la clemencia.
A ti yo hoy te escribo,
queridísimo taurino,
que renuncies a tu labor
por un mundo algo mejor.
0 comentarios:
Publicar un comentario