Como
sabréis, el estilo vintage va mucho más allá de la ropa. Hace bastante tiempo
que me obsesionan las series y películas de época, mucho antes de empezar a
vestir como si viviese en una de ellas. Ya os mencioné algunas en posts
anteriores y he de decir que hace cosa de un mes caí de nuevo en una de mis
favoritas: Gran Hotel.
Tras acabarla por segunda vez pensé en empezar con su gemela británica, Downton Abbey, pero topé por
casualidad con algo mucho mejor. Como estudiante de arte y obsesa por la
egiptología desde que tengo uso de razón, fue amor a primera vista. Una
miniserie de cuatro capítulos sobre el descubrimiento de la tumba de Tutankamón es sobre lo que vengo a hablaros.
La serie
fue emitida hace poco tiempo en el canal inglés de ITV, por lo que la calidad
de la que hablamos es sublime, sin hablar del vestuario (una de mis partes
favoritas). Los capítulos son cortos pero sin relleno, que es personalmente lo
que más odio de las series.
Max Irons como Howard Carter |
Cuenta
todo el proceso de excavación y descubrimiento de la tumba del rey niño por
parte de Howard Carter, sin dejar de lado los conflictos entre ingleses y
egipcios o los problemas de subvención que sufre una y otra vez el arqueólogo,
ni siquiera el romance basado en un simple rumor (que hace aún más interesante
la trama), con Lady Evelyn, un amor imposible por el que nosotras las mujeres caeremos
falsamente enamoradas del protagonista.
Un Howard
Carter, en mi opinión, demasiado joven, ya que apenas aparenta unos treinta y
pocos a lo largo de toda la serie, mientras que en la vida real en tiempos del
descubrimiento, nuestro querido Carter rondaba casi los cincuenta. Un Carter de
principios de siglo bastante cariñoso y con los sentimientos a flor de piel
para tratarse de esa época y de un trabajo que está más que claro que era cosa
de hombres, y sobre todo demasiado pálido para currar todo el día bajo el sol
del desierto.
Sam Neill como Lord Carnarvon |
Quejas
aparte; Max Irons (quien da vida al arqueólogo) resulta ser un buen actor y,
razón lógica por la que es apto para el papel, acaba siendo bastante agradable
a la vista incluso con bigote postizo. Dudo que su historia de amor nos hubiese
cautivado de haber sido un cincuentón con una chica que acababa de pasar su
adolescencia; los productores no son tan estúpidos. Además también cuenta con
Sam Neill (protagonista de Jurassic Park) como compañero de reparto, sin duda
un clásico para los de mi generación.
A pesar
de que no puedo decir lo mucho que me ha gustado y lo corta que se me ha hecho,
he de admitir que, por muy bien que parezca estar elaborada, no deja de ser una
serie histórica para aquellos que no les gusta la historia, ya que no
profundiza mucho en ella, teniendo en cuenta que hablamos de cuatro capítulos.
Sin embargo es una historia completa que puede cambiar el punto de vista de los
que no estén muy dentro del tema arqueológico. Una corta historia llena de
pasión en todos los sentidos, traición, frustración, mentiras, y de un hombre
que persiguió sus sueños durante más de diez años.
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